martes, 21 de julio de 2009

Sexo y la ciudad.

Muy bien, voy a intentar hablar de mi vida sexual. Voy a intentar hablar de relaciones entre mujeres y hombres, o entre hombres y hombres, o entre mujeres y mujeres...
Hablaré de mi poca experiencia en el sexo contrario y lo haré como una autentica experta que conoce todos los trucos, bulos y verdades a medias.
Voy a intentar imitar los artículos que escribe la protagonista de "Sexo en NY". Y lo haré abiertamente, me lanzaré sin omitir palabras como polla, mamada y otras cosas que ahora no logro vislumbrar (me estoy poniendo nerviosa). Voy a sentirme sexy, divertida, segura y atractiva y os voy a contar los montones de números de teléfono que me meten en los bolsillos cada mañana en el metro. Y sé que Barcelona no es New York, pero bueno, aquí tenemos la torre AGBAR y las Torres Mafre (sin malinterpretar, por Dios, que nos conocemos).
Dicen que en la ciudad que nunca duerme es donde hay más solteros por metro cuadrado y que las citas a ciegas están a la orden del día como quien va a comprar la barra de cuarto y medio kilo de kiwis. Y parece ser que ligar es tan fácil como atarse los zapatos.
Pues bien, yo también voy a hablar de mis citas (pocas) a ciegas, sordas, mudas...aunque aquí eso no se estile demasiado. Antes nos atraparán las citas cibernéticas que el conocerse en un parque y quedar para luego. Más que nada que en Barcelona poco parque hay, encaprichados que los tenemos a todos de subir un edificio en cuanto se levanta una piedra.
Y os mentiré cuando confiese que llevo el bolso lleno de condones (de colores y sabores) y que más de una vez buscando las llaves en el ascensor se me han caído a los pies de la vecina del quinto, pero como debo ser así de moderna...pues no me importa un pimiento.
Y aunque aquí tengamos una manera bastante diferente de llevar las relaciones y hablar de sexo, aunque aquí sigamos sufriendo una sociedad bastante machista (solo hay que escuchar los chistes del desayuno delante de la máquina de café del despacho)...yo lo voy a intentar.
Y aunque mi vida "social" no tenga nada que ver con la de Carrie (de Samantha ni te cuento), que no me inviten más de dos veces a la semana a cenar, que no tenga un armario lleno de Manolos (más que por mi sueldo, que sí, porqué no sería capaz de dar dos pasos sin romperme un tobillo), y aunque en las extensas comidas con mis amigas las conversaciones no se basen en que una de nosotras aún no le ha realizado la esperada felación al último ligue o el tamaño del miembro viril del camarero.
Sí, voy a inventarme una vida sexual, porque las envidio y porque esta noche he soñado que era como ellas. Y me ha gustado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues yo por un "Manolo" me rompo un tobillo y lo q haga falta!!!!

Buen comienzo, tengo la sensacion de q voy a disfrutar con las aventuras y desventuras de Nessa en "sexo y la ciudad" jeje......

PD: me pudo pedir a Samantha??? porfis porfis!!!!!

Besos,

H.

Pe dijo...

Mira que se ha probado Manolos, pero ella na de na....por NY no vimos muchos por eso.....

 

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